del 15 al 20 de diciembre
Mérida, Yucatán.
En la opinión de...
Rigoberto González Herrera, segunda fuerza, México
El torneo es muy fuerte y a mí me gusta participar porque aún estoy vigente, la edad no importa, si se juega desde pequeñito uno comienza a ser más inteligente.
Yo aprendí a jugar a los 26 años y sin embargo los cubanos dicen que juego muy bien.
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La variedad de rivales hace que a veces uno tenga que jugar diferente, me han puesto a la defensiva y yo soy ciento por ciento táctico.
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En lo que más me beneficia jugar ajedrez es que puedo lidiar con algunas enfermedades como el Alz-Haimer y el mal de Parkinson, aunque mañana uno no sabe qué puede venir. También sé de personas que andan en vicios, yo nunca ha fumado o bebido pero conozco gente a la que el ajedrez les ha cambiado.
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Estoy impresionado porque se escucha en todo el torneo que la competencia está fuerte, que en la categoría magistral se ponen duras las partidas.
Me gusta la convivencia que hay, si te das cuenta nos convertimos en una familia ajedrecista, jugamos y bromeamos entre nosotros y nadie se molesta porque este es un juego de ciencia.